Hacia una Cumbre Regional de Migración que cumpla los Derechos Humanos

La Cumbre sobre migración a celebrarse este 22 de octubre en Palenque, Chiapas, debería ser un espacio donde cada Estado nacional, incluyendo en primer lugar a México, reconozca que ha fallado en sus medidas para gestionar la migración y ha incumplido con sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, derecho humanitario, refugio y protección internacional.

Solo así se podrán sentar las bases para avanzar en la construcción de soluciones y en un acuerdo regional coordinado y coherente que, efectivamente, ponga en el centro la dignidad y los derechos de miles de seres humanos forzados a salir de sus países de origen debido a las fallas de sus propios Estados para garantizarles la vida, seguridad, integridad y desarrollo.

Desde hace años, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales hemos cuestionado y criticado las políticas y medidas de contención, pues hemos documentado y evidenciado todos sus efectos nocivos para las personas en contexto de movilidad humana, llevándolas al límite y desprotegiéndolas, lo que a su vez favorece al crimen organizado que ha creado un negocio ilegal muy rentable a costa de sus necesidades y desesperación.

No hay duda de que se necesita un esfuerzo regional y coordinado para abordar las causas de la expulsión, pero estos esfuerzos, si se impulsan con políticas efectivas y sostenibles, verán resultados a largo plazo. Cada Estado tendrá que tomar medidas y tener la voluntad política y condiciones para llevarlas a cabo de manera sostenible.

Mientras tanto, se requieren políticas y programas que atiendan las necesidades básicas de las personas que actualmente se encuentran en contexto de movilidad, ya que miles de seres humanos, incluidos bebés, niñas, niños, adolescentes, mujeres, entre otros grupos de población, están enfrentando violencias y afectaciones que ponen en riesgo su vida, integridad y desarrollo.

Los Estados tienen obligaciones nacionales e internacionales para proteger los derechos humanos y las necesidades de protección internacional. La inacción estatal está “desechando” a miles de seres humanos.

Ante ello, como Redodem, una red de 24 albergues y organizaciones defensoras de personas en contexto de movilidad humana en México que atiende directamente a miles de personas, exigimos que los mandatarios de los países de la región, en el marco de la Cumbre sobre migración:

• Acuerden medidas para demandar al gobierno de Estados Unidos la revisión de sus políticas migratorias y de asilo. Los Estados Unidos de Norteamérica necesitan de la fuerza laboral de migrantes. Los derechos y dignidad de las personas no pueden ser objeto de retóricas electorales.

• Asuman, y rindan cuentas, sobre sus responsabilidades legales en materia de protección y garantía de derechos de todas las personas que se encuentran o transitan por su territorio.

• Aseguren el cumplimiento de alternativas legales, como en México están consideradas -pero que no se cumplen-, para garantizar el tránsito regular de personas por el territorio nacional que reduzcan los riesgos.

• Implementen medidas de atención humanitaria que atiendan las necesidades de protección especial para poblaciones en mayores condiciones de vulnerabilidad.

• Reconozcan la responsabilidad legal de cada país en materia de protección y garantía de los derechos de todos los seres humanos, sin ninguna distinción.

En la medida en que los Estados nacionales reconozcan que las personas en contexto de movilidad humana no son “el problema”, sino las maneras de abordar esta realidad, creemos que podremos dar pasos adelante.

La Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM)